La nueva interconexión vial entre San Pedro y Monterrey busca aliviar el tráfico que afecta diariamente a más de 40 mil vehículos. El proyecto contempla un viaducto que conectará Lázaro Cárdenas con Morones Prieto, atravesando el Cerro de la Loma Larga. Se estima una inversión de 1,200 millones de pesos y la obra iniciará en julio de 2025. Será ejecutada en tres etapas, con la participación del municipio, el Estado y la Fundación Montemayor.
Viaducto Desfoga Avenidas Saturadas En Hora Pico
La interconexión vial entre Avenida Lázaro Cárdenas y Morones Prieto pretende solucionar uno de los mayores problemas de movilidad en la zona metropolitana: el congestionamiento vehicular entre Monterrey y San Pedro, especialmente en hora pico.
Actualmente, cerca de 40 mil vehículos se mueven diariamente por esa zona, provocando cuellos de botella en avenidas como Calzada del Valle, Alfonso Reyes, Roberto Garza Sada y Vasconcelos. En especial, el tramo de Lázaro Cárdenas entre el túnel de la Loma Larga y Gómez Morín suele verse colapsado.
Con esta obra, los conductores podrán contar con una ruta directa hacia el poniente sin necesidad de invadir calles internas de San Pedro. Según el alcalde Mauricio Fernández, esto reducirá significativamente la carga vehicular y mejorará los tiempos de traslado.
Primera Etapa Comienza Este Julio En San Pedro
La primera fase del proyecto contempla un tramo a nivel desde la calle Río Tamuín hasta los límites con Gómez Morín. Esta parte será completamente financiada por el municipio de San Pedro, con una inversión estimada de 300 millones de pesos.
El tramo medio, que pasará sobre terrenos de la Fundación Montemayor en el Cerro de la Loma Larga, será elevado. Este segmento conectará directamente con la gaza de acceso a Morones Prieto, y también representa una inversión de otros 300 millones, ya aprobada por dicha fundación.
La licitación está prevista para emitirse la próxima semana, con arranque de obra a finales de julio. Esta etapa se desarrollará durante lo que resta del año.
Monterrey Y El Estado Participarán En Etapas Finales
La etapa final, correspondiente a la bajada hacia Morones Prieto del lado de Monterrey, implicará una inversión de alrededor de 580 millones de pesos.
En esta fase intervendrán tanto el municipio de Monterrey como el Gobierno del Estado. Según Fernández, ya se reunió con el gobernador Samuel García, quien mostró su respaldo al proyecto y acordó aportar parte del financiamiento estatal.
El viaducto completo estaría listo en noviembre de 2026, aunque se contempla que algunas etapas se extiendan hasta 2027. Se trata de una obra de largo plazo, con financiamiento escalonado, para asegurar su viabilidad técnica y presupuestal.
El diseño integral responde no solo a la necesidad de movilidad, sino también al crecimiento urbano de ambas ciudades.
Interconexión Vial Beneficiará A Toda La Zona Metropolitana
Este gran proyecto de 1,200 millones de pesos no solo aliviará el tráfico en avenidas específicas, sino que tendrá un impacto directo en la calidad de vida de miles de automovilistas.
La interconexión evitará que conductores utilicen calles residenciales como rutas alternas, reduciendo también el desgaste urbano en San Pedro. Esto facilitará trayectos más seguros, rápidos y organizados, mejorando el entorno para peatones y vecinos.
Al tratarse de una colaboración entre instancias públicas y privadas, se espera que este modelo de financiamiento mixto pueda replicarse en otras obras metropolitanas. La articulación entre municipios, estado y actores privados refuerza la viabilidad del proyecto y su ejecución a tiempo.
Esta Obra Será Multietapas Y De Largo Alcance
Aunque la primera etapa comienza este mismo año, se prevé que la obra se extienda hasta 2026 o incluso 2027. Por lo tanto, la ciudadanía deberá prepararse para convivir con obras en curso durante los próximos meses.
Autoridades locales han señalado que se implementarán medidas para reducir las molestias a los vecinos y automovilistas. Aun así, recomiendan a la población mantenerse informada sobre avances, cierres viales y rutas alternas durante el proceso constructivo.
El objetivo final es claro: una vía funcional que libere el tráfico y conecte de forma directa dos de los puntos más transitados del área metropolitana.